READAPTACIÓN DE LESIONES
1. Apoyo anímico: Fundamental para seguir manteniendo el foco y la motivación ante cualquier mala racha o estancamiento en el proceso de recuperación, ya que durante este proceso es normal atravesar ciclos de avances con otros de retroceso y es importante mantener el foco alejado y ver el progreso al largo plazo.
2. Visión externa: Un punto de vista externo de alguien relativamente ajeno a la lesión es sumamente importante para relativizar tanto los avances como las recaídas, ya que las personas lesionadas suelen implicarse demasiado emocionalmente y dejarse llevar por los pequeños impulsos del momento magnificándolos para bien o para mal, pudiendo así sabotear parte del progreso logrado.
3. Entrenamiento específico para cada lesión: No podemos olvidar que el foco atencional tanto nuestro como de la persona está en la zona lesionada. Es por ello por lo que contamos con los conocimientos necesarios para abordar una gran diversidad de lesiones pudiendo tener incluso la posibilidad de formarnos en las que se nos escapen más de nuestra compresión si la situación lo requiere.
4. Contextualización: Ya sea por desconocimiento o por un exceso de implicación emocional, es necesario hacer partícipe a la persona del proceso de recuperación desde un papel activo y hacerle saber que hay factores como una correcta alimentación y descanso, además de una correcta gestión del estrés, que son elementos imprescindibles para una correcta recuperación.
5. Transferencia: El proceso de readaptación de esa lesión irá encaminado a la consecución de los objetivos marcados con las actividades o deportes que cada uno desarrolle en su vida personal, ya sea a modo de ocio o a modo de alto rendimiento más profesional.